Hace unos días se celebraba el Dia
Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Las Naciones Unidas, en concreto,
declararon hace dos años un día especial, el 11 de febrero, para como digo “Celebrar” la falta de mujeres y sobre
todo la falta de referentes femeninos en el ámbito científico y tecnológico a
nivel mundial.
No se como podemos decir que celebramos
un día especial, la celebración viene acompañada de éxito, de objetivo
cumplido, de satisfacción por los resultados, y estamos hablando precisamente
de lo contrario, de la falta de, de la ausencia de, de la no participación de
las mujeres en el campo científico y tecnológico.
Lo que estamos tratando de hacer, es
precisamente, denunciar una situación, que lejos de ir poco a solucionándose,
vemos como hay una menor presencia de la mujer en la ciencia en todas sus
manifestaciones, tanto laboral como universitaria.
Que un día al año llamemos la
atención sobre un problema tan grave no es suficiente, si las mujeres también
nos descolgamos de esta faceta, si nos alejamos de este enfoque técnico y
científico en nuestras carreras profesionales, la brecha no ya salarial, sino
también profesional será inmensa, y muy difícil de recomponer.
La ONU habla de una brecha de Genero en la Ciencia, y
aunque hace mas de veinticinco años que se viene hablando de esta materia, es
ahora cuando los datos que estamos observando no son nada esperanzadores, y se
constata que se ha producido un retroceso mayor de lo esperado.
Seguimos anclados en los
estereotipos y las niñas y las jóvenes no tienen referentes femeninos en la
Ciencia.
Pero ¿es eso cierto? No, de ninguna
manera, hay muchas mujeres liderando proyectos en Investigacion y Ciencia, en
los sectores biotecnológicos, tecnológicos, farmacéuticos, trabajando en Nanotecnología
puntera.
Entonces ¿Qué es lo que está ocurriendo?
¿Por qué sólo se visualizan los triunfos, los logros de los hombres? ¿Porque
cuando nos piden el nombre de una mujer científica solo nos viene a la memoria
el de M. Curie y ya con mucha suerte y en el ámbito español el de Margarita Salas?
Vivimos permanentemente
en el anonimato. Y ahí radica precisamente el
error, ese es nuestro fallo.
Las mujeres en el ámbito científico,
como en cualquier otro ámbito o sector industrial, tendemos a no ser
protagonistas, incluso cuando se trata de nuestra propia historia o proyecto
vital.
Diluimos el éxito
profesional con el logro del conjunto del equipo, que sin duda es muy legítimo, y es justo reconocer esa
valía, pero un equipo, si no está bien gestionado, si no tiene al frente un
líder, no llega a su destino. Y no es bueno para nadie, y menos para las
mujeres, no saber poner en valor nuestra capacidad y mérito.
Celebrando, y ya he dicho que no me
gusta utilizar este término, sino más bien, denunciando el día Internacional de
la Mujer y la Niña en la Ciencia, han circulado por las redes sociales, nombres
y más nombres de mujeres científicas, que ni sospechábamos que eran las autoras
de importantes descubrimientos o avances científicos y tecnológicos, e incluso
en muchas ocasiones, merecedoras incluso del Premio Nobel, que desde luego no
fue para ellas. Sorprende pensar en mujeres en el campo de la programación
informática, de la Teoría física de las partículas o la estructura helicoidal
del ADN., que por su condición de mujer y científica no obtuvieron ningún tipo
de reconocimiento y permanecieron en el olvido.
Mujeres en la Ciencia ha habido, hay
y serán más en el futuro, la Sociedad tiene que reconocerlas, sus esfuerzos
deben ser tenidos en cuenta. Tenemos que poner su trabajo investigador en
valor, y darlo a conocer, sobre todo a las niñas, las siguientes científicas
que harán de este mundo un mundo mejor.
Como sociedad que quiere avanzar,
progresar, no nos podemos permitir el lujo de no contar con el 50% del talento.
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